
En la parte inferior central del trabajo se presenta un dibujo parcial de la cabeza de Mafalda, en actitud pensativa. A su alrededor, se disponen globos de diálogo que reflejan la división entre el trabajo doméstico, tradicionalmente asociado a las mujeres (indicado con el símbolo femenino), y el trabajo intelectual, que se asocia con los hombres (marcado con el símbolo masculino). Este contexto resalta la brecha salarial y el techo de cristal que persiste entre ambos ámbitos.
Del trabajo doméstico emergen palabras que evocan conceptos como desvalorización, manipulación, inferioridad, encasillamiento, debilidad e incompetencia. En contraste, del trabajo intelectual surgen términos que hacen referencia a superioridad, fuerza, poder, reconocimiento masculino e invisibilización femenina.
En el margen inferior izquierdo, una figura ovalada encierra la pregunta “¿Orígenes?” a la cual se ofrece una lista de factores que incluyen: crianza, imposición, discurso hegemónico, y contextos culturales e institucionales. El trabajo ha sido realizado a mano con lapicera color azul.